Denuncian devastación del Ombligo Verde por Diócesis; exigen reubicación de Catedral

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Cancún.- Vecinos de los alrededores del Ombligo Verde, auxiliados por la ambientalista Katerine Ender, ya han interpuesto diversas denuncias en contra de la Diócesis Cancún-Chetumal, por la tala de árboles y relleno con piedras de esta reserva municipal para su ampliación de la Catedral, que exigen que sea reubicada a otro espacio.

En rueda de prensa, Katerine Ender, presidente de la asociación “Movimiento Social en Pro de los Derechos del Pueblo”, conocida por haber frenado desarrollos en el Malecón Tajamar, indicó que ya tienen interpuestas varias quejas ante las instancias de gobierno encargadas de proteger el medio ambiente y las áreas naturales protegidas, pese a lo cual, todavía no existe alguna suspensión de esta obra, lo que apunta a una omisión por parte del gobierno.

La activista aseveró que la Diócesis Cancún-Chetumal únicamente cuenta con una licencia de remodelación y ampliación de la Catedral, trabajos que deben llevarse dentro del área original de este inmueble, algo que no están respetando.

Esta construcción, aseveró, no cuenta con alguna Manifestación de Impacto Ambiental, pese a hallarse en una reserva natural, ni con permisos de construcción o de cambio de uso de suelo. Pese a ello, ya hay tala de árboles de gran tamaño, incluida la palma chit, que está protegida por ley. También hay relleno de material pétreo, algo ilegal dentro de una reserva natural.

Ante esta situación, los vecinos, quienes ya formaron el movimiento “Salvemos Juntos el Ombligo Verde” interpondrán amparos y los recursos que haga falta, para lograr que sea revocada la permuta por la que llegó la Catedral de Cancún al interior de esta área de reserva.

“Este espacio es patrimonio de los cancunenses; pediremos castigo a las autoridades responsables y a la Diócesis”, declaró Ender Córdova, quien aclaró que no los motiva ninguna persecución religiosa, pues incluso ella es católica; lo que buscan, insistió, es defender los parques y espacios públicos.

La activista recordó que ella ya logró que retiraran la iglesia que querían construir en Tajamar, al igual que otras dos que la Diócesis pretendía erigir en parques.

Cuestionada sobre el aparente derecho adquirido de la Diócesis, que recibió este terreno antes que se decretara la zona como reserva municipal, la ambientalista indicó que el derecho a la propiedad no significa que se pueda dañar el medio ambiente, pues “ni en tu casa puedes talar un árbol de estos”.

Los vecinos también exigen mesas de trabajo para averiguar por qué no hay ninguna clausura o suspensión, pese a las denuncias realizadas y la falta de una MIA.

Por su parte, Ana Esquivel, vecina del lugar, recordó que junto al dictamen de las seis hectáreas que fueron declaradas reservas, hubo trabajos para restaurar esta zona, que había sido devastada, pero todo quedó inconcluso.

“Ahora la están afectando, lo que no podemos permitir”, añadió. “Queremos convocar a que trabajemos en conjunto para proteger la primera reserva municipal del estado”.

La arquitecta Mónica Marín del Campo señaló que además de la tala de árbol, descubrieron una seria afectación a la zona, por todo el cascajo y material que generaron por la perforación de dos pozos en las laterales del edificio.

El Ombligo Verde, alegó, es hogar para diversas aves, como búhos y chachalacas, así como zarigüeyas y otros animales, varios de los cuales han salido huyendo estos días, a causa de estos trabajos.