Cancún.- La violencia de género se mantiene al alza en Quintana Roo, entidad que se ubica en tercer lugar nacional en violencia familiar, con un incremento del 200% en estos casos visto en los últimos tres años, afirmó Diana Miramontes, fundadora del colectivo feminista “Malinches Ingobernables Quintana Roo”.
En entrevista, la activista comentó que tan solo en Cancún, la línea de emergencias 911 ha recibido 4 mil 272 llamadas por violencia familiar en lo que va del año.
A esto se suman los 16 feminicidios “oficiales” en lo que va de 2025 y las 42 muertes de mujeres clasificadas como “homicidios dolosos” para reducir la primera cifra, comentó.
“En Quintana Roo también tenemos mil 200 fichas de búsqueda activas, por mujeres adultas o menores de edad que han desaparecido”, señaló.
Diana Miramontes dijo haber escuchado con mucho escepticismo a Omar García Harfuch, quien la semana pasada brindó unas “cifras alegres” sobre la reducción de delincuencia en Quintana Roo, durante la conferencia mañanera realizada en Chetumal.
“Creo que todos los ciudadanos que escuchamos eso estamos en desacuerdo, pues nuestra realidad es otra”, afirmó. “No sé de dónde saca sus datos, porque nosotras llevamos una cuenta muy detallada de todos los casos y hemos visto un incremento en la violencia de género”.
La presidenta de las “Malinches Ingobernables” opinó que las autoridades de gobierno deben ir “más allá de tomarse fotos e ir a dar abrazos”, y asignar recursos para capacitar a los ministerios públicos y fortalecer a los Geavig, pues es común que ciudadanos llamen al 911 y la policía no llegue o tarde horas.
“Cuando llegan, ya la víctima fue asesinada, como ocurrió en la Supermanzana 41, o el agresor huyó. Incluso cuando hay un detenido, integran mal los expedientes y deben liberarlo a las 48 horas, ahora con sed de venganza”.
Por ello, “no es solo ponerse una camiseta morada, sino que hay que cumplir y hacer cumplir la ley”, añadió. “Ellos firman protocolos, pero no los implementan; crean más dependencias, pero colocan a recomendados sin conocimiento, que revictimizan y que no contradicen a sus jefes”.
Existen otros factores sociales, como los largos tiempos de traslado que agravan la ausencia de los padres en el hogar, al igual que la insuficiencia de guarderías, que fomentan la delincuencia juvenil y continúan los ciclos de violencia.
“Ha incrementado la desaparición de adolescentes, no solo en la zona norte, sino también en el sur, lo que antes no se veía”, añadió. “Aunque venga la presidenta y venga el secretario de seguridad ciudadana, la situación sigue sin cambios y las mujeres continúan siendo violentadas”.